
Al igual que sucede cuando mueren los artistas, a los pueblos les crecen ojeras cuando sus equipo de fútbol, dejan los escenarios de privilegios y cierran gloriosas etapas. No es sólo el impacto deportivo que en este momento embarga al hincha @atleticoderafaela por ponerle punto final a una era irrepetible, la desazón se amplifica y nos entristece a todos los que amamos esta ciudad y que en alguna medida, también nos enamoramos de sus gestas deportivas.
El tiempo, sabio, implacable, cruel, sanador, acomodará las ideas y restañará las heridas de un cuerpo cansado, al que esta temporada lo sometieron a un traumatico deterioro, el cuerpo del hincha, a eso me refiero, que aún con el equipaje que doblaba su espalda, creyó hasta el final, en esa mezcla de ingenuidad y candor que solo lo habita.
Qué pena este final, en alguna medida advertido por una ruma de desaciertos que le terminaron de colocar a sus directivos, una nota de concepto de las peores de su historia.
Demasiado castigo desde adentro.
Demasiada gloria en trémulas manos.
Y un abismo por descubrir.
No es un espitafio este editorial, nadie ha muerto, su gente que está volviendo de Junin con humedad en los ojos y los miles que soplaron las velas para evitar el naufragio, son la garantía de un futuro que comienza mañana…
La Crema hizo historia en el futbol argentino y ahora la deconstruccion inevitable después de este descenso al Federal A, pasará el tamiz y su gente pondrá el cuerpo y el alma…
En definitiva el fútbol es ese maravilloso movimiento cultural que entre moralejas, deja ver una luz al final del túnel
Un túnel demasiado oscuro, porque negarlo.