Los técnicos de Ben Hur, Adrián Gorostidi, y de 9 de Julio, Marcelo Varela, compartieron una entrevista en Radio El Espectador en la antesala del clásico, en el que el León se juega la clasificación a la zona Campeonato del Federal A.

Este domingo el futbol rafaelino volverá a ser protagonista del Torneo Federal presentando la revancha del clásico entre Ben Hur y 9 de Julio para cerrar, de esta manera, la primera fase con disímiles objetivos.

En la previa, los técnicos Marcelo Varela, entrenador del «9», y Adrián Gorostidi, de la BH, debatieron este viernes pasado al mediodía en Radio El Espectador sobre las posibilidades y desafíos que afrontarán sus equipos, en un mano a mano cálido y por momentos emotivo, dejando como corolario del reportaje, un mensaje de sana convivencia e irrenunciables propósitos.

El encuentro en el estudio comenzó con un abrazo sentido, Varela y Gorostidi ya se conocían del primer ciclo del ex delantero de Colón como entrenador de la BH y habían compartido con el Chaqueño, que acababa de retirarse como jugador, algunos partidos amistosos. Recuerda Varela que Gorostidi lo tentó para que siguiera jugando un tiempo más, pero la decisión de colgar los botines ya estaba tomada, comenzando así su etapa de entrenador.

Frente a la pregunta de cómo ha gestionado Varela, la ansiedad y la responsabilidad del plantel que tiene en sus manos la clasificación a la ronda de ganadores, dijo: “Transmitimos serenidad, cuando asumimos, el 9 tenía solo 4 puntos y llegamos a la última fecha en puestos de clasificación, no tenemos margen más que la victoria y sabemos a quién vamos a tener enfrente, es un clásico y no va a importar como llegan cada uno, hay muchos chicos de ambos lados que son hinchas de sus clubes y esa rivalidad iguala posibilidades”.

Se lo consulto a Adrián Gorostidi sobre la estrategia para la segunda parte del torneo ya que Ben Hur deberá jugar la zona reválida: “Nosotros necesitamos seguir sumando y eso empieza este domingo, porque estos puntos van ayudar a cerrar mejor en las posiciones finales y quedarnos con el beneficio de jugar 5 de los partidos en nuestra cancha; se nos escaparon algunos puntos de local y no pudimos mejorar la producción de visitante, de lo contrario hubiéramos llegado con chances al partido del domingo”.

Ambos equipos presentan una fisonomía táctica muy similar, podríamos agregar que también se asemejan en los caminos que recorren para buscar los resultados, se lo propusimos para el debate a los 2 técnicos del domingo: “somo muy parecidos -dice Varela- Ben Hur es un equipo ordenado y que además de local está invicto, es cierto que nosotros ganamos fuera de casa un partido, pero quebrar esa fortaleza no será fácil”. Gorostidi por su parte agregó: “Varela tiene una ventaja, lleva más tiempo que yo al frente del plantel, lo mío todavía con pocos entrenamientos es buscar adaptarme sin tomar decisiones de cambios conceptuales”.

La perla del final la puso la hipótesis de una clasificación del 9 a la zona Campeonato y el inevitable cruce frente a Atlético, ya clasificado por el otro grupo, lo que llevaría al Chaqueño Varela a enfrentar al equipo en el que juega su hijo Nicolás. El entrenador del León, después de reponerse de una pregunta que no esperaba y hacer una pausa afectiva, respondió sobre su hijo. “Me emociona recordar por todo lo que tuvo que pasar para tener nuevamente oportunidades, fueron muchas lesiones consecutivas que lo postergaron y eso deja sus huellas”, expresó con el corazón de padre.

En el final y ya fuera del aire hubo tiempo para recordar algunas hazañas de aquel Colón de Pancho Ferraro, que no solo se salvo del descenso, sino que, además, fue protagonista del torneo de Primera clasificando para la Copa Conmebol, en el cual Adrián “el Loco” Gorostidi fue un delantero muy destacado; o las de Chaco For Ever en el ascenso, planteles que integro como futbolista Marcelo Varela en varias temporadas.

El domingo desde las 15:30 en el estadio de barrio Ilolay buscarán llevar agua para sus molinos y eso, es parte del juego y de la lógica competencia, pero fuera de ese contexto, los gestos de respeto y humildad, nos predisponen de la mejor manera, de la única que debería prevalecer, la de la sana convivencia entre vecinos…

Todo lo demás, no tiene sentido.

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